Y puedes encontrarte casándote apurado
Y puedes encontrarte en otra parte del mundo
Y puedes encontrarte detrás del volante de un gran automóvil
Y puedes encontrarte en una hermosa casa
Con una hermosa mujer
Y puedes preguntarte, bueno ¿cómo llegué hasta aquí…?»
Así es el vaivén de la vida. Una especie de deriva existencial que puede afectar incluso a quienes parecen tenerlo todo. La calma y el confort pueden volverse extraños, incluso inquietantes, cuando uno empieza a mirar hacia atrás sin encontrar respuestas claras. Lo material y lo perfecto no bastan cuando las preguntas internas siguen sin resolverse.
Y así, los días se repiten. Lo bueno se desgasta, lo bello se difumina, y lo que un día parecía el ideal se transforma en algo rutinario o incluso sombrío. Y de nuevo, las preguntas:
¿Qué hemos hecho?
¿Esto está bien?
¿Así tenía que ser?
La vida continúa. Nosotros también. A veces con más dudas que certezas, pero con esa canción sonando de fondo, como una reflexión encapsulada en melodía.
Una canción que, sin darte cuenta, habla de ti, de mí, de todos.
Enjoy.
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